GRACIAS, CARACAS

Caracas siempre mira a los montes del Ávila (Foto E.G.T)

Acabo de regresar de la hermosa y controvertida ciudad de Caracas y sólo tengo para ella y cuantos allí me han atendido, palabras de agradecimiento.
Fui a recoger el Premio Internacional Vicente Gerbasi, que decidieron concederme, para mi sorpresa, por el conjunto de mi obra poética, y me he traído a España muchísimo más que un galardón (a fin de cuentas, pura vanidad) Me he traído un buen montón de amigos.
Algunos ya lo eran en persona, como Enrique Viloria, ese polígrafo caraqueño universal, personaje imprescindible en la cultura, en mi recuerdo siempre y en cualquier momento en que la amistad salga a relucir.
Leo cuanto escribe y no acabo de creer tanta grandeza literaria y humana. Es desde hace tiempo uno de mis más queridos y admirados amigos. Insustituible.
Lo mismo digo de su esposa Iraida Páez, estupenda mujer con la que he compartido cafetitos mañaneros, bromas, complicidades y tanto calor humano como es capaz de transmitir con una simple mirada.
Carmen Cristina Wolf, Presidenta del Círculo de Escritores de Venezuela, que era hasta hace poco sólo amistad internauta, y es ahora —por fin— amiga honda de carne y hueso, amable presencia, afectuoso corazón. Su tierna amistad es también un auténtico premio que me he traído de Venezuela y ya para siempre.
Sergio Pascual, ese tipo insustituible que rebosa inteligencia, aguda conversación y afecto sincero; poeta y el mejor “regente” de imprenta que me he encontrado nunca; me siento su hermano en lo más hondo.
Rafael Cadenas, ese gran poeta leído y admirado antes de tener el gusto de saludarle.

Guillermo Morón, maestro de la Historia, animoso, inteligente y cordial.
Otros muchos como Maribel Proietti, poeta y restauradora; Henrique Meier, poeta y jurista (la h no es una errata) Magaly Salazar, poeta e investigadora; Luis Mago, cronista y poeta; Lidia Salas poeta y crítica literaria; Marisol Marrero, novelista y poeta; Víctor Guédez, ensayista y crítico de arte; Carlos Alarico Gómez, historiador y cronista; Héctor Torres, novelista; Saúl Vera, músico, compositor, arreglista; Eugenia Méndez, pianista y cantante; Fernando Bosch, músico, poeta y cronista; Josué Hernández, cantautor, intérprete de guitarra, Alvaro Pérez Capiello, novelista, ensayista y crítico, Heberto Gamero, narrador, y su amable esposa; Nora Bustamante, historiadora, investigadora, directora del Grupo literario Visión; Rafael Arráiz Lucca, poeta y ensayista...
No quiero olvidarme de Luis, que me hizo arepas riquísimas y ensalada de gallina, caraotas, cachapas con queso y qué sé yo cuántos platos más, siempre condimentados con una sonrisa.

Y Jose, el chófer, y los jóvenes de postgrado, alumnos de Viloria Vera en la Universidad Metropolitana, y tantos otros.
Algunos me dejaré en el tintero pero no por eso les estoy menos agradecido por su magnífica acogida.

Gracias, antiguos y nuevos amigos de Caracas. Sois extraordinarios.
Enrique Gracia Trinidad

http://www.eviloria.com/
http://literaturayvida.blogsome.com/
http://www.analitica.com/va/arte/dossier/7192960.asp (Basílides)

ALGUNAS FOTOS DE CARACAS


Barrio El Silencio (Caracas)


"Ranchos" en Caracas


Vista de los montes de Caracas (desde una de las terrazas del apartamento de Enrique Viloria)



Vista nocturna de Caracas (desde "mi" terraza)



Fuente de caraotas (¡buen provecho!)