A VUELTAS CON ESO DE LA POESÍA
La poesía
actual tienen muchísimas maneras de manifestarse.
Han pasado
los tiempos de los cánones intransigentes y cada poeta se expresa del modo que
considera más oportuno al tema que está tratando.
Hoy
encontramos formas clásicas, poemas en verso blanco y en verso libre,
versículos, poemas medidos escritos "a caja", prosa poética, estructuras
dactílicas, etc.
No es nada
nuevo. Todo esto ocurre desde hace muchísimo tiempo, pero para eso bastaría con
leer autores desde el siglo XVI: El Paraíso
Perdido, de Milton, El Arte Nuevo de Hacer Comedias... de Lope de Vega, y un largo etc. que ya
usaron el verso blanco (medida sin rima) aunque ellos casi siempre en
estructuras isosilábicas, mientras que más modernamente ya se combinan
distintos metros siempre que la estructura resulte homogénea (generalmente,
impares y pares difícilmente se mezclan), fundamentalmente desde comienzos del
siglo XX.
Lo malo es
que buena parte de los que ahora se llaman poetas desconocen o desprecian estos
temas y escriben "a su aire", acertando a veces y fallando las más.
En
ocasiones, el ritmo se consigue con estructuras repetidas, anáforas, juegos de
acentos colocados para crear eufonía, paralelismos, aliteraciones, asonancias
internas, correlaciones, etc. pero muchas otras me temo que no hay manera de
entrever la conveniente musicalidad que debe existir en un poema. Aunque
también es cierto que puede haber poesía sin musicalidad, sin ritmo, sin
eufonía... ¡Bueno, hasta podría hacerse sin palabras! (recordemos aquella
genialidad de León Felipe: " Deshaced ese verso,/ Quitadle los caireles
de la rima, / el metro, la cadencia / y hasta la idea misma. / Aventad las
palabras,/ y si después queda algo todavía, / eso / será la poesía."). Claro que a veces ocurre que a fuerza de restarle elementos, no por maestría sino por
ignorancia, lo que el autor llama poema se queda en simple palabrería, en
amontonamiento de vocablos enfilados, en batiburrillo o en lista de la compra.
El talento
siempre es difícil de medir y no conviene encorsetarlo, pero si la libertad poética
no viene acompañada de lecturas bien asimiladas, de esfuerzo, de humildad, de riesgo
ponderado y de sentido común, se convierte con frecuencia en hueco artificio e
ignorante desparpajo.
Eso sí,
que cada uno escriba y lea lo que le dé la gana ¡faltaría más!
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NOTA
A una
amiga que me comentó amablemente que un poema mío lo veía como prosa poética,
le contesté explicándole algunos detalles para ver si se daba cuenta de las
diferencias.
Cierto que
el poema era una historia de humor y eso ayudaba a entenderlo como prosa.
Este es el
poema en cuestión y abajo van mis comentarios:
VIAJEROS AL TREN
Desesperada
y gris, un poco loca,
se dispuso a viajar conmigo al fin del mundo.
—Eso está lejos —dije—,
mejor nos vamos hasta el parque,
patatas fritas y cerveza, sol,
para qué más.
Pero ella siguió haciendo el equipaje.
Cientos de cachivaches, zapatos y pañuelos,
una florete de esgrima (me sigo preguntando para qué)
guantes, perfume, rulos, crucigramas;
y tuve que trepar a las maletas para que se cerrasen.
—¡Vámonos! tengo ya los billetes del tren.
Era la dueña del asunto.
se dispuso a viajar conmigo al fin del mundo.
—Eso está lejos —dije—,
mejor nos vamos hasta el parque,
patatas fritas y cerveza, sol,
para qué más.
Pero ella siguió haciendo el equipaje.
Cientos de cachivaches, zapatos y pañuelos,
una florete de esgrima (me sigo preguntando para qué)
guantes, perfume, rulos, crucigramas;
y tuve que trepar a las maletas para que se cerrasen.
—¡Vámonos! tengo ya los billetes del tren.
Era la dueña del asunto.
Se
sentó en el asiento junto a la ventanilla,
apoyó la cabeza,
y vi el reflejo de su rostro:
tenía una sonrisa de las que no dejan salida.
—Voy un momento a por tabaco —dije.
Seguía ensimismada.
apoyó la cabeza,
y vi el reflejo de su rostro:
tenía una sonrisa de las que no dejan salida.
—Voy un momento a por tabaco —dije.
Seguía ensimismada.
Sus
ojos se agrandaron a lo lejos,
cuando le dije adiós desde el andén.
Ni ella ni las maletas regresaron jamás.
cuando le dije adiós desde el andén.
Ni ella ni las maletas regresaron jamás.
MI COMENTARIO
Técnicamente
es una silva en verso blanco (medido, pero sin rima) de métrica italiana
(versos impares) que acepta endecasílabos (11), heptasílabos (7), alejandrinos
(14) siempre que se descompongan en los más habituales hemistiquios de 7
sílabas; eneasílabos, siempre que lleven tónica en 4ª sílaba; y algún verso de
corte entre 4 y 2 sílabas y algún verso compuesto. (Anoto las medidas al principio de cada verso).
Suelen
evitarse las asonancias, aunque alguna puede aparecer y alternarse los metros
buscando una eufonía razonable.
Claro que
al "contar" una historia se asemeja mucho a la prosa, pero no en la
estructura métrica que está organizada como te indico.
No es nada
nuevo. Esto se hace desde hace siglos. Muchos también la confunden con la
poesía en verso libre, pero como puedes ver, no hay tal.
11 Desesperada y gris, un poco loca,
14(7+7) se dispuso a viajar conmigo al fin del mundo.
7 —Eso está lejos —dije—,
9 mejor nos vamos hasta el parque,
11 patatas fritas y cerveza, sol,
5 para qué más.
11 Pero ella siguió haciendo el equipaje.
14(7+7) Cientos de cachivaches, zapatos y pañuelos,
7+11 una florete de esgrima (me sigo preguntando para qué)
11 guantes, perfume, rulos, crucigramas;
11+7 y tuve que trepar a las maletas para que se cerrasen.
14(7+7) —¡Vámonos! tengo ya los billetes del tren.
9 Era la dueña del asunto.
14(7+7) se dispuso a viajar conmigo al fin del mundo.
7 —Eso está lejos —dije—,
9 mejor nos vamos hasta el parque,
11 patatas fritas y cerveza, sol,
5 para qué más.
11 Pero ella siguió haciendo el equipaje.
14(7+7) Cientos de cachivaches, zapatos y pañuelos,
7+11 una florete de esgrima (me sigo preguntando para qué)
11 guantes, perfume, rulos, crucigramas;
11+7 y tuve que trepar a las maletas para que se cerrasen.
14(7+7) —¡Vámonos! tengo ya los billetes del tren.
9 Era la dueña del asunto.
14(7+7) Se sentó en el asiento junto a la ventanilla,
7 apoyó la cabeza,
9 y vi el reflejo de su rostro:
7+9 tenía una sonrisa de las que no dejan salida.
11 —Voy un momento a por tabaco —dije.
7 Seguía ensimismada.
7 apoyó la cabeza,
9 y vi el reflejo de su rostro:
7+9 tenía una sonrisa de las que no dejan salida.
11 —Voy un momento a por tabaco —dije.
7 Seguía ensimismada.
11
Sus
ojos se agrandaron a lo lejos,
11 cuando le dije adiós desde el andén.
14 (7+7) Ni ella ni las maletas regresaron jamás.
11 cuando le dije adiós desde el andén.
14 (7+7) Ni ella ni las maletas regresaron jamás.
1 comentario:
Si por desgracia, no hubiera poetas, tendríamos un mundo muerto.
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