Incluyo aquí unos poemas de mi hijo, Eduardo Gracia. Son los primeros que le publican.
Han aparecido en la revista “Luces y sombras”, nº 23, diciembre 2007, de la mano de su mentor poético, el poeta Javier Díaz Gil (
http://javierdiazgil.blogspot.com/ ) a cuyo taller y tertulias ha acudido.
Ni que decir tiene que me hace feliz ver estos comienzos —sin duda me recuerdan a los míos— y que espero que el tiempo, las lecturas y el esfuerzo le ayuden a seguir buscando su voz poética.
Ha emprendido este camino que ni es cómodo ni fácil, de forma independiente y solitaria (siempre es esta una labor de soledad)
Sé que mi “veteranía” (menuda palabreja en poesía) le ha influido pero él ha querido hacer el camino de manera muy independiente y eso le honra. Acudió a distintos talleres y tertulias pero no a los que yo organizo o frecuento y, aunque conozco lo que escribe y hablamos de ello de vez en cuando, seguimos buscando la ocasión de intercambiar más detenidamente nuestras experiencias y su volcado en el papel.
Confío en él como lo hago en cuantos jóvenes se estrenan voluntariosamente en estos avatares. A partir de ahora tenemos muchas más cosas de las que hablar, además de las de todos los días.
Enrique Gracia Trinidad
EDUARDO GRACIA
Nació el 15 de marzo de 1986. Con padre escritor, Enrique Gracia, no tarda mucho en aprender cosas acerca de la poesía. aunque hasta los dieciséis años no comienza su actividad literaria...
Tendría que escribir este tipo de presentación si fuera alguien a quien la gente quisiera recordar. pero si he de poner algo sobre mi persona, comenzaré por la realidad más llana. Soy un chico criado en Madrid desde pequeño. Mi barrio es Barajas; no es un barrio "estrella" para poder desarrollar poesía, o al menos muchos pensarían así, pero lo cierto es que desde el primer cable de tensión hasta el último parque pintado, con sus jóvenes enganchados a la ultima droga legal, merece la pena para poder decir algo del mundo. Tengo escritos bastantes libros personales, pero nunca me atrevo ni encuentro momento para sacarlos a la luz. La poesía es un jardín yermo donde muy pocos consiguen recoger flores pero todos consiguen sonreír.
EN SU BLOG APARECEN MÁS TEXTOS
http://malekiv.blogspot.com/CANSA AGACHARSE AL SUELO CON RAPIDEZSiempre el mismo cantar aterroriza y arrastra odio por los rincones de la habitación,
por los versos que están desgastados y carcomidos
por las termitas constantes que nos rodean y que somos.
Ahora respiro.
No me enfado con nadie,
he dejado de conceder
ese beneplácito,
solo quiero dedicarme a recoger las manzanas podridas,
a sufrir con la sonrisa puesta
en las agostadas tardes que zurcen,
el rastrojo, color negro,
que dejamos tirado al nacer.
(sin título)
Ya he decorado la cárcel como a ti te gustaba,
con los muebles en su sitio.
Algunos de los carceleros me felicitan por mi decisión
y han prometido darme algunas palizas
siempre que llore a deshora.
La farola del patio de reclusos funciona bien
y los chispazos ahora se los llevan otros.
Hay tormentas frecuentes y algunos de los presos
se revolucionan demasiado,
yo no dejo que el monzón me tire como me pediste
y espero aquí sentado, gastando bolis e intentando recordar el exterior.
Me han dicho que allí fuera se sigue llevando eso de reír
y que la felicidad consta de paseos eternos y manos entrelazadas...
pero cómo me cuesta recordarlo...
Nunca pensé que cuatro paredes
pudieran albergar tanto silencio.
Haces bien en no venir a verme,
aquí los azulejos son más tristes
y el sol riega paredes de hormigón
de los infelices que intentan escapar.
Yo he pensado escapar algún día
y todo mi deseo es ver el horizonte arder
de alegría, de verme de nuevo sonreír,
¿pero sabes qué?
Ultimamente ya no consigo encontrar salida.
y los cancerberos han prometido darme la libertad
pero siempre terminan a carcajadas por los pasillos...
Creo que he de clavarme,
al fin y al cabo la comida nunca fue mala,
las distracciones son muchas
y las fotos y las palabras
ya están empezando a borrarse.
EL SÉPTIMO SELLOQué pensaba aquel caballero de escudo roto,
qué cinismo tan grande le parecía la vida,
haraposo destierro del pecho,
como un cigarro consumiéndose, poco a poco, movimiento a movimiento.
"Jaque mate" se escuchó...
La muerte hacía mella en la habitación
exclamaba su nombre entre los asombrados y los incrédulos,
pero no podía escuchar, porque siempre es tarde para morir y demasiado pronto para olvidar
y demasiado muerto para entender
que ya no quedan muchos que comprendan el vivir sin preguntarse,
porque Dios,
no nos deja jugar
otra partida de ajedrez con la muerte.
CAPRICHOMe da igual que me putee el destino, me da igual que se raje mi saco... he dejado granos por el camino y a día de hoy sé leer en los ojos.