Me explico:
Durante la Semana Santa y en cualquier otro momento del año, el poder eclesial católico y sus fieles pueden hacer manifestaciones de todo tipo que a mí personalmente, y creo que a muchos, nos resultan inadecuadas. Recuérdese que estamos en un país no confesional.
Tal vez a alguien le guste o sea capaz de justificarlo por la fe —¡hace falta tener valor!—, pero a mí me resulta lamentable ver a alguien dándose de latigazos hasta sangrar, con los pies descalzos heridos y magullados, maniatados, cargando con cruces, imitando incluso crucifixiones (hay sitios donde se clavan de verdad) sacando a la calle imágenes valiosísimas, recargadas de lujo, para recordar la muerte de un hombre —Dios para el que lo crea—, que vivió y murió en la humildad y la sencillez.
Todo ello, con maneras que recuerdan los tiempos inquisitoriales más extremos (capuchas penitentes, látigos, cadenas y otros símbolos) La religión que dicen del amor, convertida en una secta que ensalza y manifiesta el dolor, el sufrimiento, el espectáculo de la sangre por las calles, al viejo estilo de la más oscura Edad Media.
Mucha gente manifestando su fe alrededor de esto y mucha otra en plan curioso, turístico, folclórico, de diversión vacacional.
Estupendo. Tienen todo su derecho aunque a mí me repugne el dolor físico para agradecer supuestos dones divinos o pedir mercedes.
Pero, de repente, los ateos, los que no creen, igualmente amparados por la Constitución, no tienen el mismo derecho, se les niega, incluso se admiten querellas por solicitarlo (¡antes siquiera de ejercerlo!) Incluso una querella por genocidio... Eso desde criterios católicos... cuando todos sabemos que en nombre de ese catolicismo se han cometido, si no genocidios, sí matanzas, torturas, y ofensas sin cuento a gentes y a pueblos enteros. Igual que se bendijeron cañones y otros despropósitos, llegando incluso a ponerse de parte del nazismo (recuérdense, sin ir más lejos, las palabras del Cardenal Gomá deseando el triunfo de Hitler “en cuyo barco —dijo el insensato—también vamos nosotros”)
Tal vez la fecha del Jueves Santo no era la más oportuna para una “procesión atea” pero seguramente la reacción furibunda católica hubiera sido similar de ser en otra fecha.
En todo caso, han conseguido que se prohiba así que ya está, ahora a seguir oliendo a religión retrógrada por los cuatro costados de España, con sus miles de procesiones católicas y ni una sóla de las otras. Y eso que, visto cómo va lo de la Iglesia, yo diría que incluso somos más los laicos, ateos, agnósticos y apóstatas, o sea los malos... No sé, no sé.
Sospecho que estamos en manos de hipócritas, timoratos, desmemoriados o simplemente sinverguenzas.
La Iglesia, o mejor dicho, el poder de la Iglesia es dañino para el ser humano en general y para este país en particular. Lo ha sido siempre y sigue: Contradiciendo los principios de su propio evangelio, retrasando el progreso, luchando contra la igualdad, relegando a la mujer, aliándose con el dinero, vendiendo con más o menos disimulo los sacramentos, oponiéndose a la ciencia, negando la evidencia, acopiando dineros públicos y privados, invitando a los humildes a la resignación y la obediencia mientras se dan la mano con ricos y poderosos...
Eso sí, que sigan manifestándose y convirtiendo en espectáculo desorbitado su religión, que ejerzan su derecho inalienable a hacerlo, pero... ¿y los que no creen? A esos, ya se sabe: Inquisición, mordaza y hoguera. ¡Vamos bien!
http://ateosyrepublicanosapostatas.blogspot.com/2011/04/procesion-laica-en-madrid-prohibida.html
http://www.publico.es/espana/372335/todos-pueden-manifestarse-menos-nosotros-los-laicos
http://www.publico.es/espana/371111/querella-criminal-contra-los-convocantes-de-la-procesion-atea
http://www.publico.es/espana/371131/los-convocantes-de-la-marcha-atea-ven-curiosa-la-querella-por-genocidio
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Citados/declarar/convocantes/manifestacion/atea/elpepuespmad/20110414elpepusoc_6/Tes