Foto EGT
Dondequiera que toques, dondequiera que huelas... ¡embutido! ¡chorizo! ¡longaniza!
O lo que es lo mismo: Tipo que trinca, desaprensivo que se lo lleva crudo, mangante de guante blanco y sin guante.
Cuanto más arriba, más para llevarse, más para enriquecerse, más para gastar a costa de los que pagamos impuestos. Por la puerta de atrás y por lo legal a veces (eso es lo más terrible)
Da igual que sea un monarca que se gasta una millonada en sus placeres personales mientras sus "súbditos" pasan apuros". Y luego pide perdón porque le han pillado, y aquí no ha pasado nada, aunque podría ser que lleve años haciendo lo mismo.
Da igual que hablemos de un financiero que arruina entidades para las que le nombraron a dedo y luego se va de rositas con el riñón forrado y la sonrisa de los políticos que colaboraron.
Da igual que sea un alto clérigo que amenaza con eliminar lo que sea de "sus" ayudas sociales si tiene que pagar impuestos, cuando esas ayudas se nutren sobre todo de capital y personas voluntarias y no de lo que la cúpula eclesial aporta que es meramente simbólico.
Da igual que se trate de diputados, senadores y otras gentes de la tribu estatal, autonómica, municipal, etc., con sobresueldos, dietas desmesuradas, jubilaciones extras y otros privilegios que agotan el erario público, mientras descapitalizan los sistemas públicos impulsando los privados para ganancia de unos pocos y perjuicio de la mayoría.
Da igual que se trate de banqueros sin escrúpulos que manejan mal el dinero de los demás y nadie puede o quiere llevarlos ante los tribunales.
Da igual que hablemos de "estrategas" financieros, que sin rozar los privilegios propios y de sus compinches, reducen de aquellos temas en los que ya estábamos a la cola de los países civilizados (atención social, educación, investigación...)
Da igual que se trate de partidos políticos, sindicatos politizados y otras facciones de la vida pública, siempre barriendo para casa, colocando a los suyos en puestos sustanciosos, mientras cada día se incrementan las colas del paro.
Y lo que es más grave aún: Este país llamado España que ha dado a los mangantes el sugerente nombre de "chorizos" se va encantado al fútbol, día sí día también, se pasa las horas criticando en las cafeterías, se arruga ante los opresores y no es capaz de parar de una vez por todas tanta desvergüenza.
Por cada manifestante solidario en una manifestación, en el 15M, en las huelgas de lo que sea, hay miles que callan, tragan, consienten y se dejan manipular sin más, esperando que "vendrán tiempos mejores" sin mover un dedo para hacerlos venir. (Pido públicamente perdón por las veces que me he comportado así, como un estúpido aburguesado e insolidario).
Los españoles que se levantaron contra los franceses invasores en 1808, ya no existen, están de vacaciones, o tal vez creen que como lo que ocurre ahora no es una invasión militar no hay que defenderse como entonces lo hicieron... No, ahora los que nos invaden y esquilman son los de casa, ayudados por un sistema corrupto internacional que defiende los privilegios de unos pocos frente a la mayoría ¡y la mayoría, de vacaciones!
El hedor a chorizo es ya una pestilencia ¿hasta cuándo?
Recomiendo la ironía y el sarcasmo de algunos blogs como el del físico Alberto Sicilia.