"Mucho fósil es lo que hay" (foto EGT)
“Todo debe estar permitido mientras no sea obligatorio”, suele repetir mi amigo el poeta Enrique Valle. No sé si puedo ser tan rotundo pero le ando cerca.
Para mí, la única limitación a lo que podemos hacer radica en lo que dañe al otro. Ya saben, eso que suele manifestarse diciendo: “Tu libertad termina donde empieza mi nariz”.
Y aclarada mi postura, defiendo desde aquí el derecho a que hoy, 17-10-2009, se manifiesten un grupo de españoles —sean cien mil o dos millones— contra el aborto, o contra el gobierno que ajusta ahora la legislación al respecto.
Lo defiendo contra viento y marea. Están en su derecho de manifestarse. Ellos, que durante tantos siglos no necesitaron hacerlo porque tenían la sartén por el mango, han aprendido a lanzarse a la calle a proclamar sus ideas ¿por qué no van a poder?
¡Hombre! pues me temo que poder, pueden, pero no deberían. ¿Por qué? Por vergüenza torera, que se dice.
Muchísimos de los conservadores españoles, aquellas “gentes de orden” durante los años de la dictadura, llevaban a abortar a sus hijas y esposas a Inglaterra y otros lugares donde estaba permitido.
Ellos podían. Los pobres no, los pobres a jugarse la vida con abortos clandestinos.
Aquellos del aborto extranjero eran los mismos que presumían de golpes de pecho y comunión frecuente, los que se confesaban a menudo. ¿Le decían al cura “he llevado a mi niña a Londres a abortar”? ¿Qué contestaba el cura? ¿Algo así como : “Mientras no se entere nadie no es tan grave, reza diez avemarías y cinco padrenuestros y deja un buen donativo para los pobres”? ¿no lo excomulgaba tal y como manda el derecho canónico? ¡Iba a esta excomulgado medio país!
Si el asunto no fuese tan grave y no diera tanta vergüenza, sería como para partirse de risa. La gran hipocresía de la derecha recalcitrante, con el poder eclesial comiendo del mismo plato (perdón, en la misma vajilla de lujo) sigue vigente, ahora manifestándose en la calle porque puede y tiene ese derecho que antes reprimían ellos mismos.
Si Monseñor (Suseñor, digo yo) Martínez Camino se permite afirmar "Esta ley es todavía más injusta que la anterior, ya de por sí injusta" ¿por qué no le montó manifestaciones a Aznar por aquella “anterior, ya de por sí injusta”? Pues está claro, porque, como he dicho, comen en la misma vajilla. La Iglesia del poder, o el poder de la Iglesia, lleva hocicando en la misma mesa de la oligarquía, del clasismo, de la opresión, de la riqueza malganada, casi todos los siglos de su existencia.
En cuanto llega al poder, el más tonto se vuelve prepotente, hipócrita y sectario. Ahí tenemos a Benedicto XVI, que tras ser un teólogo incluso de vanguardia, en cuanto ascendió en la Curia, pasó a perseguir a los cristianos progresistas, a los teólogos de la liberación, a los críticos contra el poder. Y ahí me lo tienen, de Papa y todo, más tridentino y retrógrado que nadie.
A la “mani” de hoy (se dice así, majetes: “mani”, que todavía no tenéis mucha práctica) acudirá mucha gente de bien, de eso estoy seguro. Gente con la que coincido en que el aborto es algo a evitar siempre que se pueda. Pero deben saber con quién se juntan, con una panda de hipócritas, ensotanados o no, que quisieran seguir en aquella época en la que bendecían los cañones fascistas, llevaban al dictador bajo palio y prometían a los humildes el cielo como única alternativa a la opresión secular a que estaban sometidos. Van a estar acompañados de los que insistían en “hijos los que Dios quiera” para los humildes, mientras los poderosos se lo montaban de otra manera, salvo algunos del Opus y otros meapilas que procreaban como conejos.
Van a ir de la mano de los de “vicios privados, públicas virtudes”, extremo que, ya puestos, han aprendido con aprovechamiento los muchos que se llaman de izquierdas aunque estén descafeinados y mientan como bellacos... Y es que eso de las izquierdas y las derechas —salvo honrosas excepciones en uno y otro lado—, es hoy una filfa más que escandalosa.
Algunas personas decentes, van a ir codo con codo —que no lo olviden—, junto a los mismos que desde tiempos remotos han asentado el poder y la riqueza de unos pocos en la miseria y la resignación forzosa de la mayoría.
Para mí, la única limitación a lo que podemos hacer radica en lo que dañe al otro. Ya saben, eso que suele manifestarse diciendo: “Tu libertad termina donde empieza mi nariz”.
Y aclarada mi postura, defiendo desde aquí el derecho a que hoy, 17-10-2009, se manifiesten un grupo de españoles —sean cien mil o dos millones— contra el aborto, o contra el gobierno que ajusta ahora la legislación al respecto.
Lo defiendo contra viento y marea. Están en su derecho de manifestarse. Ellos, que durante tantos siglos no necesitaron hacerlo porque tenían la sartén por el mango, han aprendido a lanzarse a la calle a proclamar sus ideas ¿por qué no van a poder?
¡Hombre! pues me temo que poder, pueden, pero no deberían. ¿Por qué? Por vergüenza torera, que se dice.
Muchísimos de los conservadores españoles, aquellas “gentes de orden” durante los años de la dictadura, llevaban a abortar a sus hijas y esposas a Inglaterra y otros lugares donde estaba permitido.
Ellos podían. Los pobres no, los pobres a jugarse la vida con abortos clandestinos.
Aquellos del aborto extranjero eran los mismos que presumían de golpes de pecho y comunión frecuente, los que se confesaban a menudo. ¿Le decían al cura “he llevado a mi niña a Londres a abortar”? ¿Qué contestaba el cura? ¿Algo así como : “Mientras no se entere nadie no es tan grave, reza diez avemarías y cinco padrenuestros y deja un buen donativo para los pobres”? ¿no lo excomulgaba tal y como manda el derecho canónico? ¡Iba a esta excomulgado medio país!
Si el asunto no fuese tan grave y no diera tanta vergüenza, sería como para partirse de risa. La gran hipocresía de la derecha recalcitrante, con el poder eclesial comiendo del mismo plato (perdón, en la misma vajilla de lujo) sigue vigente, ahora manifestándose en la calle porque puede y tiene ese derecho que antes reprimían ellos mismos.
Si Monseñor (Suseñor, digo yo) Martínez Camino se permite afirmar "Esta ley es todavía más injusta que la anterior, ya de por sí injusta" ¿por qué no le montó manifestaciones a Aznar por aquella “anterior, ya de por sí injusta”? Pues está claro, porque, como he dicho, comen en la misma vajilla. La Iglesia del poder, o el poder de la Iglesia, lleva hocicando en la misma mesa de la oligarquía, del clasismo, de la opresión, de la riqueza malganada, casi todos los siglos de su existencia.
En cuanto llega al poder, el más tonto se vuelve prepotente, hipócrita y sectario. Ahí tenemos a Benedicto XVI, que tras ser un teólogo incluso de vanguardia, en cuanto ascendió en la Curia, pasó a perseguir a los cristianos progresistas, a los teólogos de la liberación, a los críticos contra el poder. Y ahí me lo tienen, de Papa y todo, más tridentino y retrógrado que nadie.
A la “mani” de hoy (se dice así, majetes: “mani”, que todavía no tenéis mucha práctica) acudirá mucha gente de bien, de eso estoy seguro. Gente con la que coincido en que el aborto es algo a evitar siempre que se pueda. Pero deben saber con quién se juntan, con una panda de hipócritas, ensotanados o no, que quisieran seguir en aquella época en la que bendecían los cañones fascistas, llevaban al dictador bajo palio y prometían a los humildes el cielo como única alternativa a la opresión secular a que estaban sometidos. Van a estar acompañados de los que insistían en “hijos los que Dios quiera” para los humildes, mientras los poderosos se lo montaban de otra manera, salvo algunos del Opus y otros meapilas que procreaban como conejos.
Van a ir de la mano de los de “vicios privados, públicas virtudes”, extremo que, ya puestos, han aprendido con aprovechamiento los muchos que se llaman de izquierdas aunque estén descafeinados y mientan como bellacos... Y es que eso de las izquierdas y las derechas —salvo honrosas excepciones en uno y otro lado—, es hoy una filfa más que escandalosa.
Algunas personas decentes, van a ir codo con codo —que no lo olviden—, junto a los mismos que desde tiempos remotos han asentado el poder y la riqueza de unos pocos en la miseria y la resignación forzosa de la mayoría.
Ya está la manifestación en marcha. Enciendo el televisor y voy a Telemadrid, perro fiel que va a retransmitirla completita y partidistamente, y escucho decir a un jovencito en la tribuna: "No existirá la paz en el mundo mientras exista el aborto". Y se escuchan aplausos... Qué falacia
¿Cuando el aborto no existía por Ley, había paz? ¿Los que estuvieron y están están contra el aborto nunca propiciaron una guerra, nunca vieron necesaria la tortura, el crimen de estado contra los disidentes? ¡Hace falta ser hipócritas para decirlo y tontos para creéselo!
En fin, estos se ve que están con quienes, hasta hace cuatro días, defendieron durante siglos la pena de muerte (ver versiones de hace nada del catecismo católico) Van acompañados de quienes no se han manifestado en su vida por los millones que mueren a diario de hambre en el mundo, por culpa de los poderosos. Van por incitación de la alta clerecía que comparte con la plutocracia, riquezas escandalosas, intereses retrógrados, mesa y mantel.
Van con la aquiescencia de gentes como Fraga Iribarne (por citar alguno) que hace años ordenaba golpes, disparos, encarcelamiento, maltratos y represión para los que se manifestaban por conseguir la libertad que hoy le permite manifestarse a él o a los suyos.
Por lo demás, todo bien, que se manifiesten en la libertad que otrora negaron. Reconozco y defiendo su derecho a hacerlo, como ellos deberán defender mi derecho a no seguirlos y reconocerán que no por eso soy un asesino.
Por lo demás, todo bien, que se manifiesten en la libertad que otrora negaron. Reconozco y defiendo su derecho a hacerlo, como ellos deberán defender mi derecho a no seguirlos y reconocerán que no por eso soy un asesino.
Además, así sabremos bien quién es quién y hasta qué extremos puede llegar esta democracia de baratillo que tenemos porque hemos sido incapaces de darnos otra más libre, más laica, más justa y menos corrupta.
OTRO ARTÍCULO SOBRE ESTE TEMA MÁS O MENOS EN:
http://enriquegracia.blogspot.com/2009/03/cosas-del-aborto.html
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OTRO ARTÍCULO SOBRE ESTE TEMA MÁS O MENOS EN:
http://enriquegracia.blogspot.com/2009/03/cosas-del-aborto.html
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