Me envía este magnífico artículo mi amigo Emilio Porta. Recomiendo su lectura igual que la de cualquier otro texto de este interesantísimo escritor. (EGT)
LA SUBVERSIÓN DEL ORDEN PARTIENDO DE LOS CÓDIGOS
Esa es la labor del progreso, la labor también de los que han innovado a lo largo de la historia, en la creación literaria. Partir de lo dado para explorar caminos que nos lleven un paso más allá. Partir del primer lenguaje para aumentarlo y enriquecerlo. Partir de las expresiones más simples para llegar a las más complejas. Ampliar los cauces del pensamiento para que discurra sin canalizaciones. Eso, en Literatura, se llama evolucionar en el conocimiento. ¿Que la Poesía no es una forma de literatura? ¿Quién lo dice? ¿Quién lo dicta? ¿Dios? ¿Sus profetas?. Es difícil aceptar la norma cuando en la base de la misma está la conservación de privilegios, cuando en su concepto está el simple principio de clasificación, no el de creación. Si no se hubieran superado los contenidos y las formas el Hombre se habría quedado en los monosílabos, no habría pasado de los sustantivos. Las gramáticas son acuerdos. Acuerdos para construir. Para desarrollar arquitecturas. No habría nacido el arte abstracto si no hubiéramos intentado expresar sensaciones y pensamientos por encima de lo aceptado. No habría evolucionado el fondo si lo hubiéramos limitado a la forma. Escribir es colocar, decorar el alma, pero también dejarla libre. Escribir es expresar, es elevar, es caer, es ordenar y también es romper. A partir de la utilización de un instrumento – el lenguaje – y de su conservación y, a la vez, reconstrucción. Todo código obedece a una razón superior. En el caso de los lenguajes escritos se produce por parte del autor la necesidad de encontrar el equilibrio ( o el desequilibrio ) entre comunicación y expresión. Desde Aleixandre a Borges, me refiero a su Poesía – convendría leer su libro publicado a mitad del pasado siglo, Elogio de la Sombra, donde combina las formas clásicas con elementos profundamente innovadores y rompedores – han sido muchos los poetas que, habiendo discurrido por el camino de los metros tradicionales, han ido más allá y los han superado. Verso libre, verso blanco…son nombres elegidos para intentar interponer las divisiones. Guardado el poema en el archivo del historiador, todo nuevo metro fue rompimiento, porque aportó novedad. Pero…¿qué hay detrás del metro?. Ritmo y armonía. Musicalidad. Belleza. Es decir, la palabra puesta en solfa para acceder con bondad al oído. La escritura que, leída, inunda de gozo el hecho de recibirla.
Armonía. Esa es la clave. El arte es armonía. La poesía es armonía. Sin ellos ni hay Arte, ni hay Poesía. Eso que salta como un resorte cuando se recibe, en el buen lector, en el observador, pero que debe haber saltado antes en el buen autor. Sin ese resorte, no hay nada, sin duda. Y a eso se debe referir la frase de un conocido escritor y filólogo cuando señala, en las páginas literarias de un importante medio de comunicación, que en Poesía no cabe todo. Yo puntualizo, en Literatura no cabe todo. No caben, por ejemplo – aunque quepan – los malos escritores. No caben – aunque desgraciadamente quepan – los que se limitan a llenar espacios, antes vacíos, con nimiedades, palabras tópicas, expresiones manidas o mera enumeración de sensaciones particulares que nada nos aportan. Repito, aunque quepan. Porque ahí está la libertad. En permitir a todo aquel que sepa, al menos, juntar palabras, poner en libro lo que ellos consideran que es Poesía. O Teatro. O Ensayo.
Es labor del crítico separar la paja del grano. Y es labor de la vida decantar la obra importante, diferenciada, la verdadera buena obra literaria o artística, de los productos infumables con que, a veces, escritores de buena voluntad y escasa cultura, nos obsequian.
Volviendo al fondo: tenemos que aceptar todas las formas. La selección natural de la inteligencia, que está en la base de todo lo creado, y el tiempo, pondrán a cada uno en su lugar. Mientras, lo más que podemos desear es no hacer de nuestro modo de ver la vida norma para todos. Cuando las ideologías entran por la puerta, las ideas salen por la ventana. El progreso debe asumir la tradición. Es la Historia, es el desarrollo de la Cultura. Pero debe también experimentar. No seríamos lo que somos, en ningún orden de la vida, si el científico, el artista, el escritor, no hubieran construido a través del más importante principio del ser humano: la libertad para indagar, para intentar ir más allá, para romper el corsé impuesto por las propias limitaciones de la Naturaleza. Si no fuera así, en definitiva, ni el Hombre sería el Hombre, ni las palabras, su Palabra.
Emilio Porta (Para ver más, pinchar aquí)
Aprovecho para dejar aquí los enlaces de la página de otro amigo mío, el escritor Santiago Solano (El literonauta) y de la Asociación Marqués de Bradomín, a la que está unido también Emilio Porta (allí se aloja su recién creado blog)
RECOMIENDO VISITAR ESTAS BITÁCORAS
http://www.literonauta.com/solano/index.html
4 comentarios:
Hace algún tiempo que sigo al ESCRITOR Emilio Porta. Me gustaría conocerlo, aunque no sé si como persona será tan interesante. Creo que sí. Lo que más me interesa de él, y mucho, es su obra. Eso es lo que debe interesar de un ESCRITOR, de cualquier escritor. Me encató su "Destinos y Caballeros" y ahora he vuelto a disfrutar con su "Tomo Secreto"; una maravilla que a mí me gustaría que todos lo leyeran para que fuese un secreto a voces. Esas cosas pequeñas, sin ninguna importancia, como una gabardina vieja, un tren en una vía muerta, la lluvia, los pasos... todo, todo, cuando lo cuenta este maestro de la sensación se convierte en algo grande, magnífico. Da mucha envidia leerle. Lo más cotidiano,lo de diario, hace que el lector lo celebre como una gran fiesta.
¡Enhorabuena!
J.L. Salmerón
Estoy de acuerdo con mi primo J.L. Pero él también debe estarlo conmigo cuando aseguro que Emilio Porta, al que tampoco conozco, sólo en cartelera y a través de lo que escribe, es una prsona docta en pensamiento. Basta leerle estos artículos, que para mi son ensayos académicos sobre la palabra y el lenguaje, sobre lo establecido y la liberalidad del conmcepto, que es tanto como el regalo generoso de un cuaderno nuevo, donde debe escribirse la gramática que no existe. Bravo por este tío (perdón), que, además de saber lo que hace, sabe lo que dice, aunque creo que no abre toda su enciclopedia, porque -salvo error- no le he encontrado muchos artículos como éste, lleno de conocimiento, cuajado desaber.
Para J.L. Salmerón y el otro comentarista.
Seguramente, Emilio Porta estará encantado de tener un buen contacto con vosotros.
Su correo es emilioport@hotmail.com
También podéis localizarlo a través de mí.
Un cordial saludo
Enrique Gracia Trinidad
Gracias, Don Enrique. Es usted muy amable. Conocieno el e-mail del Escritor Emilio Porta, me pondré en contacto directamente con él. Le pasaré la dirección a mi primo ahora mismo. Grcias otra vez.
Juan L. Salmerón
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